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Corres tras un sueño y tropiezas con la realidad...

Cubriste mis ojos, soltaste 

mi mano preparando tu traición, 

ahora sé cual es tu juego. 

Abriste una herida, tendiste 

una trampa suponiendo que 

iba a caer. 

Cualquier día de estos me enamoro de ti, pero tranquilo, todavía me caes demasiado bien como para hacerte esa boludez...

El problema no es arriesgarse, es descubrir si esa persona vale la pena como para arriesgarse.

¿Cómo mierda me llegaste a gustar tanto?

A veces me siento culpable por perderme en sus ojos o en su boca cuando me está hablando, no sé lo que dice, tan sólo lo miro.