Y a veces piensas y te preguntas el porque de tantas cosas inentendibles.

Como por ejemplo, ¿por qué la historia se repite una y otra vez? 

Ya estoy cansada de luchar contra la marea, quiero paz. 

No volverá niña, no volverá. ¡Deja de esperarlo!

No podes escapar del silencio, arrinconada por tus miedos. 
Es el viento y la lluvia golpeando en mi cara con el agua hasta el cuello. Arenas cubren ciudades, con los pies en el lodo, un manto negro lo cubre todo. Y yo sigo esperando la respuesta a las cartas que jamás respondiste. 
Lo que prevalece son mas que palabras, creí en tus promesas y me diste la espalda.

¡Sonríe, eres hermosa!

Y no me quedó otra que seguir adelante, sin vos. Pero no importa, sé que puedo seguir sin vos. Te recuerdo que el sol no gira alrededor tuyo. Y espero que pronto conozca a ese ser que tanto espero y me pueda levantar y decir ¡por fin llegó! con una sonrisa en la cara. 

Pobre Niña...

Pobre niña aquella, la que una noche salió con la intención de verte y se encontró con una lluvia en el alma al verte en brazos de otra niña.
Pobre niña aquella, la que tuvo que aguantar su alma en pena, dibujando sonrisas por horas con tal de no desmoronarse en frente tuyo ni de tu niña.
Pobre niña aquella, la que se volvió a su casa, sola, con el corazón roto, su alma destrozada y las lágrimas en su pálida cara.
Pobre niña aquella, la que alguna vez creyó que sería ella la que estaría en tus brazos, besando tus ásperos labios, protegida por tus caricias. 
Querida pobre niña, a ti te escribo, mañana será otro día, el calor del sol calmará tus penas y serás nueva, para otro hombre que sí te valore, ¡no te rindas pequeña!

Enfrentar a la vida sin escudo alguno.

No tengo el apoyo de nadie. No tengo protección de nadie. Estoy sola. Sola frente a situaciones que cada vez me rompen más. Una vez más tengo que confiar en mi misma, salvarme a mi misma, todo por mi cuenta. A veces me gustaría encontrar esa personita que me haga sentir que no estoy sola en este mundo de mierda. Esa personita que esté ahí cuando tenga una crisis, que me abrace y me mime cuando lo necesite, que seque mis lágrimas de rabia. Hoy más que nunca, seas quien seas, te necesito.