¡¡Basta!! Le grité. No quería escuchar una palabra más de su boca. Cada palabra que salía de él, era como un cuchillo abriendo mi piel, abriendo heridas viejas que tanto me costaron cicatrizar, abriendo heridas nuevas, que vaya una a saber cuando carajos vuelven a cicatrizar, porque todavía siguen ahí, en el aire, dando vueltas y supurando dolor.
Por dentro me decía a mi misma, ¿realmente necesito de esto para mi vida? ¿Tan poco me valoro para tener que estar lidiando con esta situación?
Por sus actitudes puedo deducir que él no me quiere. Sólo no quiere volver a estar solo. No quiere verme siendo feliz. Es un egoísta, tan solo le interesa tu bienestar. Y a veces, ni eso. No le gusta estar bien, no le gusta estar feliz. Y yo no puedo comprender porque no puedo seguir adelante con mi vida sin él. Mis amigas ya están hartas de escuchar la misma historia "no me quiere boluda, me trata mal" Y ellas, ¿qué van a hacer? Darme su hombro, y susurrarme mientras me dan un cálido abrazo (esos, de que tanto me mezquina el señor, porque sí, también es un mezquino, un mezquino de amor, como si fuera que cuando se muera se va a llevar todo su amor a la tumba. Ves que sos un pelotudo chabon) "amiga, dejalo, no es para vos, vos te mereces algo mejor"
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